Cuando arte, gastronomía, enología, diseño y joyería contemporánea se unen puede surgir un maridaje “perfecto”. Y, al menos para nosotros, así fue la experiencia que este pasado mes de febrero preparamos junto con el Celler de PROAVA, y Valencia Club cocina en el marco del festival FestIN València.
Un banquete espectacular en un enclave único (la bodega más antigua de València del siglo XIII) con un menú especial de cuatro tapas inspiradas en cuatro piezas de anabena (Nahla, Origen, Obsesión infinita y Bendita tinción) basadas en un cúmulo de estados de ánimo, reflexiones, conexiones, pensamientos e identidades, propias y ajenas, cocinados a fuego lento, en forma de joyas de autor.
Una demostración degustada bocado a bocado de lo que somos los seres humanos; lo que sentimos y lo que pensamos. De nuestras reflexiones; del disfrute y la alegría; de la tristeza y el yo interior; de nuestros orígenes y nuestros recuerdos…
Una representación servida al plato de una vida llena de contenidos; “bebida a pequeños bocados” y “comida y saboreada a sorbos”; de una introspección a tu yo interior. Un maridaje perfecto del ser humano con el universo y lo banal; con el disfrute de vivir y sentir bien, con los afectos, la familia y la tierra; con nuestros productos y nuestra gastronomía… Todo bien regado con una cuidada selección de vinos y cavas de aquí.
Una especie de ordenado y cuidado “cajón desastre” que conforma el conjunto de nuestro ser y del que las personas que asistieron no pudieron quedar más que satisfechas.
Y es que, como decíamos al principio, cuando se juntan arte, gastronomía, enología, diseño y joyería contemporánea la magia está servida.
¿Tienes hambre de joyería?
