LAJOYA DE LA FAMILIA

Tradición ancestral, el cultivo de olivos y la elaboración de aceite de oliva ha estado siempre presente en las familias del Alto Palancia. Desde tatarabuelos, pasando por bisabuelos, abuelos y padres la cultura del preciado “oro líquido” es una tradición símbolo de nuestro presente, pasado y futuro. Tierras y campos que pasan aún hoy día de padres a hijos al igual que esta herencia en forma de joya que implica pasado, historia familiar y proyecta futuro.

Parte fundamental de esta pieza en forma de reloj de arena que simboliza el paso del tiempo, el aceite se convierte en el material principal.

Si colocamos la pieza de forma horizontal, el portador vive en el presente, evocando al pasado y pensando en el futuro. Si se porta de manera vertical, el broche representa la labor de producción y elaboración del “oro líquido”. La granalla representaría las olivas que, tras varios procesos, pasan a las tolvas para almacenar ya el aceite de oliva.